Antonio Ferrer-Montiel es Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Miguel Hernández (UMH), y director del Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE). Obtuvo su doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Alicante en 1989, y prosiguió su formación en la Universidad de California en San Diego (UCSD) durante 8 años. En 1998, se incorporó a la Universidad Miguel Hernández como profesor titular, pasando a Catedrático 2007. En 2005 fue nombrado subdirector del Instituto en Biología Molecular y Celular (IBMC) de la UMH, y en 2011 su director. En el año 2018 impulso la transformación del IBMC en un Instituto centrado en la Biotecnología Sanitaria (IDiBE). Su campo de investigación es el sistema sensitivo cutáneo con el fin de desvelar su papel en la fisiopatología de la inflamación, el dolor y el prurito y el objetivo de desarrollar herramientas terapéuticas que los alivien. Ha publicado 160 artículos científicos en revistas internacionales, liderado 22 proyectos de I+D, registrado 30 patentes, dirigido 25 tesis doctorales, e impulsado el desarrollo clínico de 4 candidatos a medicamentos. El Prof. Ferrer ha sido miembro de las juntas directivas de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) y la Sociedad de Biofísica de España (SBE), presidente de la SBE (2014-2018) y, representante español en la Intenational Union for Pure and Applied Biophysics (IUPAB, 2018-2022). Desde 2020, es el editor de la revista de la SEBBM, presidente-electo de la SEBBM (2022-); representante nacional en FEBS (2022-), y miembro del comité de finanzas de FEBS (2024-). Además, el Prof. Ferrer ha sido gestor del Plan Nacional de la subárea de farmacología del Plan Nacional de I+D en Biomedicina (Ministerio de Ciencia e Innovación) (2006-2012; 2016-2021), y es coordinador de la Red Española en Canales Iónicos. Ha recibido varios Premios nacionales a su trayectoria investigadora (Grünenthal, Alberto Sols, Brucker, y Beckman), y ha fomentado la creación de 5 empresas biotecnológicas (spin-off) universitarias para trasladar los avances de su investigación a los pacientes.